jueves, 12 de julio de 2012


La Ética Socrática y los Conceptos Universales.


La investigación de Sócrates según apuntamos, no se dirigía a la Physis sino al mundo humano; Para Sócrates no era verdadero conocimiento sino simples opiniones todas esas teorías de los Físicos y se asombraba de que no se comprendiese con claridad que para los hombres no es posible resolver tales problemas cosmogológicos.
Como vimos, Sócrates quiere alcanzar conceptos universales o verdades absolutas superando de este modo el relativismo sofistico e instaurando una verdadera ciencia (Epistemia). El procedimiento que va a emplear para obtener esos conceptos universales será a trabes de la multiplicidad de la experiencia ó la inducción. Una vez alcanzado esos conceptos universales mediante la inducción, es necesario determinarlos con precisión mediante una definición adecuada. Esta pretensión de Sócrates, de que el verdadero conocimiento se constituye mediante conceptos universales, anticipa la filosofía de su discípulo Platón.
La afirmación platónica de que el verdadero ser de los Entes son sus propias ideas, la teníamos ya en Sócrates, si bien restringida al ámbito de los conceptos ético - políticos, claro que esa búsqueda socrática de verdades universales no está motivada únicamente por un puro interés teórico, es decir, se quiere alcanzar tales verdades y en última instancia el bien como concepto ultimo al que apunta la ética con el fin de llevarlos a la práctica, vivirlos con la intención de realizarse humanamente y alcanzar la plenitud y la felicidad.
Ya desde la antigüedad, con Aristóteles, se ha criticado el pensamiento socrático tachándolo de intelectualista, sin embargo, esta crítica no está justificada ya que, es verdad de Sócrates afirma que el que conoce el bien lo ejecuta mientras que la maldad es consecuencia de la ignorancia, aquel que en su vida a conseguido alcanzar una serie de principios o verdades las alcanza por si mismo por su propia experiencia vital y por ello difícilmente no va a actuar en síntesis con las mismas.
La ética de Sócrates ha sido definida como Eudemonismo (felicidad), es decir, se plantea el problema de alcanzar el bien como un problema de alcanzar la felicidad. El verdadero sabio es el que ha conseguido alcanzar la plenitud debiendo entonces ser feliz por esto de que ha sido capaz de abandonar las pasiones y acercarse al estado divino. Este estado se caracteriza, por carecer de necesidades y no encontrarse encadenado a las contingencias del destino; Pero para alcanzar este estado de felicidad, el hombre solo debe confiar en su esfuerzo no debiendo estar guiado por la utilidad e interés.
Según Sócrates el utilitarismo hace al hombre esclavo de los bienes y se encuentra en oposición con la exigencia socrática de autodominio y autonomía.
Por su forma de proceder el sofista Antifante le reprocha su vida de miseria despreocupado del placer y del poder, descuidado de las comodidades ridiculizándolo este llamándolo “verdadero maestro de la infelicidad”. Pero en realidad Sócrates no era enemigo de los placeres pero comprendió que la avidez por ellos ponía en peligro el bien más elevado que puede alcanzar un hombre, es decir, su libertad y autonomía espiritual.
Por último, podemos señalar, que también se opones a la concepción tradicional de la justicia como una forma de hacer beneficios a los amigos y perjuicios a los enemigos, defendiendo que no se debe devolver a nadie injusticia por injusticia.


Biografía de Sócrates

Sócrates nació en Atenas y fue el maestro de Platón, su discípulo más notable que fue el que se encargó de dejar plasmada en sus obras sus ideas, ya que él no dejó nada escrito.
Se cree que Sócrates pertenecía a una familia acomodada, su padre fue Sofronisco que se supone era escultor y su madre Fenaretes se la describe como comadrona, aunque no en el sentido que tiene esa profesión actualmente.
Durante su infancia, Atenas disfrutaba de todo su esplendor y ya había sentado las bases de su imperio marítimo.
Era un hombre robusto y fuerte y acostumbraba a vestirse siempre igual, cualquiera fuera el estado del clima y a permanecer descalzo durante sus largas caminatas.
Desde muy joven tuvo revelaciones y señales que lo mantenían en un estado de trance por mucho tiempo.
En esa época las corrientes de pensamientos, que hasta ese momento se centraban en el cosmos comenzaban a orientarse hacia el conocimiento del hombre.
A Sócrates lo conmovió la idea de Anaxágoras cuando se refería a la inteligencia como causa de la ley natural, y se interesó por saber la forma en que opera en el Universo para ordenar todas las cosas.
Pero la explicación de Anaxágoras lo desilusionó de modo que decidió hacer su propia investigación sobre este tema, abandonando el estudio de la filosofía cosmológica.
Se convirtió así en un irónico filósofo moral con la misión de buscar la verdad.
Sócrates estaba casado desde los primeros años de la guerra del Peloponeso en la cual tuvo una participación distinguida en varias batallas, con Jantipa, conocida como una mujer de mal carácter y se cree que tenía cuatro hijos.
En el año 399 a. de C. Sócrates fue acusado por el gobierno de no honrar a los dioses que la ciudad adoraba, transmitiendo otras prácticas y de corromper a los jóvenes fomentando en ellos el espíritu de crítica sobre las características del sistema democrático ateniense; y como consecuencia fue condenado a la pena de muerte.
Sócrates renunció al destierro y prefirió ser su propio defensor en el proceso, exponiendo sólo los hechos y sin aprovechar los méritos por sus servicios en el ejército como atenuantes ni tratar de influir en el jurado con sus obligaciones con su esposa e hijos.
Sus amigos intentaron convencerlo de que huyera al extranjero aprovechando una celebración religiosa que demoró un mes la ejecución pero él no aceptó, prefiriendo morir a renunciar a sus principios.
                                                       

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